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domingo, 28 de junio de 2009

Las travesuras de un ángel

Fué una noche del 30 de abril de 1996 cuando lo conocí. Ese día había sido normal en mi vida, me encontraba en mi casa discutiendo con mis hijos como cualquier madre y por cualquier pen...

-¡Arregla tu cuarto, lava tus trastes, no se peleen-

Pero al caer la terde, la noche se tornó tan de repente muy extraña, tuve una sensación en mi ser que me decía que esa noche no sería igual y así lo fue, puedo decir con toda certeza que fue mi primer encuentro cercano con un ser extraordinario, de los que poco se conoce y llegan para hacer una corta parada de enseñanza aquí en la tierra, el cual tuve la dicha de conocer a profundidad, bañarlo e incluso besarlo. Tú has besado a un ángel, lo has amado, querido y aprendido de él? y lo más importante: Sabes si no hay uno en este momento a tu lado?.

Como les había dicho, fue una noche del 30 de abril, eran como las 6:30 pm y me encontraba en el patio de mi casa viendo las estrellas, pero en ese preciso momento: ¡boom!... un portazo de la puerta del coche de mi sobrino que hasta me espante, llegó apurado, entusiasmado pero a la vez aterrorizado de que no sabía ni qué rayos hacer, su esposa, mi sobrina, estaba a punto de dar a luz, rápidamente nos dirigimos al hospital, mi sobrina ya no aguantaba pues se la había roto la fuente y algo dentro de mi decía:

-¡Ay Dios! con que esta cabrona no tenga aquí al niño, todo bien-

Cuando llegamos al hospital rápidamente nos atendieron , claro obvio era un hospital particular sino mi sobrina estaría todavía en el hospital ,en fin habían transcurrido unos minutos cuando salió el doctor del quirófano y nos dijo que había complicaciones: el niño era muy grande como para salir de forma natural así que nació por cesárea, yo creo que desde ese momento amenazaba con darnos una gran lección , éramos tantos que nada mas faltaba el perro, yo quería ver a mi nuevo sobrinito y me traslade rápidamente a la sala neonatal y ahí lo vi: era algo grande para unas cuantas horas pero aun mas grande era la grandeza que deslumbraban sus ojos en ese momento o más bien lo pocos ojos que se le veían, a todos nos causaba risa sus ojos de regalo hmm… regalo, el fue todo un regalo de la naturaleza, pero les sigo contando… Enrique, así se llamaba todos le decían Kikín pero él se hacía llamar Bruno Díaz ó por su nombre de trabajo y con el cual me voy a referir a él en esta historia: “Batman”.

Batman crecía como niño normal, pero con destellos de grandeza, con tan solo decirles que a su corta edad de 3 años el ya sabía todos los estados y capitales de la república Mexicana y a veces te hablaba con tal propiedad que te impactaba, por eso su maestra le daba poemas para que los dijera y con la ayuda de su mama se los aprendía. Batman era un niño y como tal hacia cosas de niño inclusive hasta más, le agradan bastante las groserías y no me refiero a las groserías como malas acciones sino a las palabras de un lenguaje no tan apropiado para un niño. Era tan grosero como los vaqueros del rancho en donde vivía, él y su amigo “Chucho”, un pequeño oso de peluche que antiguamente era de su madre. Él y chucho eran inseparables, juntos hacían inigualables travesuras en las cuales siempre había una tercera persona, perjudicada pero feliz.

Cierto día Batman se levanto muy temprano, dado que desde ese mañana empezaría su vida como el vaquero, doctor, agrícola y futbolista que siempre soñó ser, pero empezaría por ser vaquero, se preparo como tal colocándose su chaleco, su sombrero y sus botas de vaquero que aunque fueran de hule, para el eran las apropiadas para ser todo un vaquero de la vieja usanza. Ese día decidió que para ser todo un vaquero necesitaba algo mas, no le bastaba vestirse como tal debía hacer lo que hace un vaquero y empezó a observar atentamente y sin parpadear lo que hacia todos los vaqueros de los alrededores e incluso lo que hacía su padre:

Fijo su vista en 2 vaqueros que trasladaban las pacas a un camión diciendo unas groserías que hasta la boca se les seco y se tomaron unas cervezas, en eso pensó:

-Soy muy chico para cargar las pacas, pero las groserías no son pesadas eso si lo puedo hacer y si me canso como ellos en vez de cerveza con un agüita de limón agrio basta, total las dos cosas saben a mis orines…

Para esto Batman ya sabía a qué sabe una cerveza debido a que cuando iba a casa de su abuela se tomaba uno que otro traguito, pero regresando a lo de ser vaquero… después de haber visto a esos hombres dirigió su vista a otros los cuales trataban de lazar una res y se dijo a si mismo:

- ¡Mí mismo, eso si lo puedo hacer pero con una res chiquita!

Entonces rápidamente se dirigió a buscar su cuerda y empezó a buscar a su víctima pero no encontró ninguna.

- Me lleva la misma que me trajo a todas les dan melaza, están regordas y grandotas si trato de lazar una me mata-


En eso diviso muy de cerca a un perro. Sí, efectivamente esa fue su víctima…


- A ti sí, ahorita caes porque caes-


Tomó su cuerda fuertemente y la empezó a ondear, no quitaba los ojos del perro…lanzó la cuerda rápidamente a los pies del animal y cuando pasó cerca de él, le dio un tirón fuerte a la cuerda, el perro quedo enredado de las patas, cuando dio el jalón el perro azoto igual que una res, ese mismo día al demostrarse a sí mismo que era todo un vaquero, decidió que seguía la otra misión: ser doctor…

Para cuando llegaron las vacaciones de verano, Batman se encontraba ansioso por que visitaría a una de sus primeras y principales pacientes, esta paciente tan especial era su bisabuela, pero a pesar de que era una viejita encantadora, era muy testaruda y por eso esta sería una de las pacientes que más trabajo le costaría hacer entender…

Al llegar a Veracruz, que era donde vivía su abuela y bisabuela, lo primero que hacía era llegar a mi casa a saludar a todos e ir directamente al refrigerador, tomar un vaso de leche hasta acabarse casi un litro y si tenía hambre pedía de comer.

- ¡Tía... ya llegue!-

- ¡Hola!, Hmm que grande estas y que arrancheado hablas ya pareces de rancho-

- Pss vivo en el rancho con mis papas… hay tía-

- ¿Y Julio, Mari y Paco, donde están?-

- Están adentro disque arreglando-

- ¿Puedo ver la tele?-

- Si ándale-


5 minutos después…


- Tía, Paco no me deja ver la tele… yo un día me voy a morir y el nunca me va a dejar ver la tele-

- No digas eso… pero bueno a ver dile a Paco que venga-

- ¡Paco!-

- ¿Qué?-

- Déjalo verla televisión, él quiere ver las caricaturas, además tú la tienes todo el tiempo, la tele no se va ir-

- ¿Porque yo, por que no Mari?, no es justo, nunca, nuca puedo ver bien la tele ni porque son vacaciones-

- Mira , no se la vas a prestar, pero nada más pide algo y vas a ver-

- Ya, ándale que se la quede-

- Tía, mejor ya no, Paco ya se enojó, mejor no-

- No hijo mira ve con Mari, dile que quieres ver las caricaturas ahorita te la da-

- ¿Y me haces una quesadilla?-

- Si ándale pero ve-

- Mari ¿me dejas ver las caricaturas? Nomás un ratito-

- Si ándale… ¿que Paco se puso de sangrón?

- ¿Que canal?

- En el cartoon network-


Después de haberse distraído con las caricaturas y haberse comido su quesadilla pasó como hora y media para que su mama viniera por él para cenar y todo para que le dijera:


- No, mi tía me invito a cenar aquí, ¿verdad tía?

- Mm…¿es cierto?

- Hjmm… si, bueno, yo no lo invite pero tú sabes que él está invitado de por vida, a él le gusta comer aquí, aquí déjalo luego te lo mando-

- Bueno-


Al día siguiente Batman empezó a trabajar, la primera tarea seria evitar que su bisabuela fumara y le escondió sus cigarros, cosa que no funciono por que se fue a comprar otros pero no se dio por vencido; el segundo paso era hacerla reflexionar de porque no debía fumar…


- Abuela chata… ¿porque fumas?-

- ¿Qué?-

- Hmhmm… que ¿por qué fumas?, eso hace daño-

- Si ya se… pero yo ya estoy vieja no me pasa nada-

- Si, si te pasa eso, te mata más rápido y yo quiero que vivas mucho no quiero que tu mueras porque me pondría triste o ¿que tu no me quieres?-

- Si, si te quiero, pero bueno vete a jugar ándale-

- No me cambies el tema-

- No, no te lo cambio pero oye ¿dónde está tu mama?-

- Mmmm…-

- Esa táctica habrá fallado pero no es la única-

-¿qué?

- nada…, oye abuela chata ¿me prestas tu cigarro?-

- ¡No¡ ¿estás loco? Como crees ándale ya vete a jugar-


Pero no se iba a ir así como así, por lo cual con un movimiento rápido le arrebato el cigarro de la boca a su abuela y se lo botó y así siguió haciéndolo hasta que su abuela le dijo a su mama para que lo regañara.


-oye ¿como es eso de que le quitas el cigarro a tu abuela?, no seas grosero-

-es que eso hace daño eso la puede matar y yo no quiero que se muera-

-pero no puedes hacer eso así como así… dile trata de convencerla pero no hagas eso-


No contento con la llamada de atención y que después de dar su argumento no lo apoyaran mucho, decidió seguir en su plan de que su abuela no fumara más y decidió empezar a mojar y esconder los cigarros y así su abuela gastaba más de lo que fumaba.


Antes de terminar la última semana de vacaciones Batman encontró a su damisela mientras estaba jugando futbol. Sí, era la vecinita de su tía de nombre Samanta. Enseguida dejó de jugar futbol y fue con ella:


- ¡Hola!-

- Hola-

- Yo me llamo Enrique pero soy Batman y ¿Tu Cómo te llamas?-

- Samanta-

- Eres muy bonita ¿quieres ser mi novia?-

- No-

- ¿Por qué?-

- Porque estas mugroso y hueles feo-


Ese instante fue doloroso para Batman pero, ¿ustedes han visto alguna vez que a Batman lo rechacen? Claro que no… y así fue con su abuela.


-por que lloras hijo?-

-Porque samanta me dijo que huelo feo y que soy mugroso y que por eso no me quiere-

-mira ven… ¿te gusta samanta?-

-si-

-mmm…ya se pásame el trapo que está en mi cocina, el azul-

-¿Para qué?-

-para limpiarte esa mugre del cuello y los brazos, moja el trapo un poquito, ándale no te tardes-


Después de unos minutos…


- Bueno tu… déjate peinar si no… no te va a querer -

- Ahora si estoy bonito abue-

- Si… ahora si estas bonito, pero espera ¿quieres que te eche perfume?-

- Si!... para oler rico-


Y así emprendió Batman de nuevo su odisea hacia Samanta, pero en el camino se encontró en el arriate de su abuela unas bonitas flores las cuales sin pensarlo las arranco con todo y raíz.


-ya no huelo feo y estoy limpio-

-Ya me quieres? Ya quieres ser mi novia?-

-mmmm…bueno, sí.-


Después de eso regreso con su abuela con lleno de alegría y con un brillo especial en los ojos de felicidad


-¿Que paso que te dijo?-

-abue me dijo que si. Dijo que si me quería y ya es mi novia, ya es mi novia abue-

- Bien ahora metete a bañar que aun así estas sucio hueles a mugre mezclado con perfume-


Al cabo de esa semana las vacaciones habían terminado y todos se despidieron de él y de sus padres:


-El mes que vine regreso tía porque creo que tiene que venir mi papá y vengo con él, ¿me tienes una quesadilla cuando venga?-

- si yo aquí te la hago pero vienes eh-


Y ese día llegó, en el periodo de clases se presentó con su papá, traían a su hermanito al médico porque estaba enfermito, el cual parece su clon. Yo estaba abriendo un galón de 19 litros de pintura blanca y él se acercó curiosamente:


- ¿qué haces?-

- voy a pintar de blanco el interior de la casa-

- ¿por qué no otro color?-

- Mmm… a mí me gusta así-

- a mí no-


Me acerque a la camioneta a ver a su hermano y deje la pintura abierta, su papá le llamo diciendo que ya se iban al hospital y se fueron, pero yo, regresando a lo que estaba haciendo, cuál es mi sorpresa: que me había orinado el galón de pintura y la pintura se echó a perder. De regreso para despedirse e irse al rancho le pregunte por que había hecho eso y me dijo que no le había gustado el blanco. Esa tarde se quedaron a comer y a él le gustaba meterse debajo de la mesa de centro que era de cristal arriba y abajo para jugar con sus cochecitos y en ese momento al estar jugando me rompió el cristal de la base de la mesa, me enoje tanto… que él fue y medio un beso.


- yo te quiero mucho ¿me disculpas?-

- Estoy muy enojada, me rompiste la mesa-

- Ándale, yo te quiero mucho, mucho, discúlpame ¿sí?-

- algún día cuando seas grande me la vas a comprar, pero si, si te perdono-


Después de mucho llegaron las vacaciones de diciembre del 2001 y con la navidad llego Batman ya que siempre amenaza con regresar…


En la cena de navidad Batman dejo un regalo en el arbolito para todos sin darnos cuenta. Eran como las 12:30 de la mañana unos ya tenían copas hasta el cuello y otros todavía un poco coherentes y aun en ese estado en el que todos se encontraban, percibimos un hedor penetrante como a orines estuvimos buscando ese olor hasta darnos cuenta de que provenía del arbolito de navidad y así y con la risa burlona de Batman nos dimos cuenta que fue el… ese día, todos riéndonos de la graciosidad de Batman nadie presentía que una tragedia de azotaría a toda la familia en poco tiempo.


El 11 de marzo del 2002 me encontraba con planes de salir con unas alumnas para dirigirnos al hospital e ir a visitar a una de sus compañeras que se encontraba algo enferma, en ese instante antes de salir, eran como las 3 pm, sonó el teléfono de mi casa, lo conteste sin siquiera saber que se trataba de algo terrible: Batman, nuestro superhéroe, había sufrido un grave accidente. Sí, había sido atropellado y le estaban haciendo una cirugía para que resistiera hasta llegar a Veracruz, en ese instante sentía que todo sucedía en cámara lenta y como si yo no pensara o no controlara mi cuerpo. No sabía qué hacer, todo lo escuchaba a lo lejos no entendía lo que me pedían, era Batman, mi Batman era que se debatía entre la vida y la muerte, en ese momento recordé el día de su nacimiento como sucedió todo. Sin pensar en lo que podía hacer me fui directamente al hospital, todo era diferente ya no era un hospital privado, tampoco era su nacimiento y en vez de felicidad, como en su nacimiento, era como un terror inmenso que recorría todo tu ser, recordaba una y otra vez lo que me había dicho mi sobrina por teléfono y me puse a pensar:


- “Atropellado”, mucha gente es atropellada y sobrevive, este también será el caso Batman, es Batman, Batman es Batman y no le puede pasar algo malo, no puede, él es Batman, el no es malo, es Batman y saldrá de esto y todo regresara a la normalidad y en eso me invadió un pensamiento obscuro: ¿y si no? ¿Y si no sale de esta?-


Y así iban y venían los pensamientos mientras yo esperaba en el hospital en la sala de urgencias esperando a que Batman me dijera: esto bien SOY BATMAN…


Cuando los vi llegar y bajar de la ambulancia, no creí que él estuviera a si en esa situación, en ese estado, no recuerdo bien los detalles, solo escuche un grito de mi sobrina que hizo temblar el hospital, ver a su papa gritando e hincado en el piso, es lo que recuerdo, mi hijo Julio me abrazo y me pedía que me calmara para poder ayudar a mi sobrina. No puedo recordar mas , solo que había mucha gente en la funeraria incluso el de la funeraria comento que para ser un niño había demasiada gente, yo solo le dije que él era Batman y salí con mis hijos a cómprale su muñeco y su capa, no podía permitir que se fuera sin su capa ,se la pusimos en el batimóvil (ataúd), su gran capa y su muñeco, su mama cubrió el ataúd con la sábana de Batman porque era su favorita, esa tarde justamente después del sepelio, empezó a llover. Mis hijos y yo nos subimos al techo y dejamos ir un globo de helio. Han pasado siete años y no he podido olvidar .


Dicen que cuando te encuentras a tu paso una pluma, un ángel te ha visitado y puedo decir que en mi caso, las he encontrado.


El día que el falleció su bisabuela dejo de fumar y yo, no hay un solo día que deje de pensar en sus travesuras. Para mí no ha muerto porque cuando lo llevas en el corazón vive para ti…


Autora: Roxana C. Sosa Barrientos

2 comentarios:

Julio Alberto dijo...

Un divertido y trágico relato sobre una de las lecciones más duras que se puedan aprender en la vida. Con un estilo narrativo propio de un relato contado por una persona muy cercana al protagonista, la historia nos lleva de divertidos momentos acompañando a "Batman" en sus travesuras hasta el doloroso desenlace. Me recuerda un poco a los relatos de Selecciones.

Muchas Felicidades, realmente es conmovedor.

Feco dijo...

No lo había leído hasta el fin de semana.

Como testigo lejano, muy lejano, me tocó apenas una brisa de ese tristísimo acontecimiento en el momento en que aconteció.

El relato hace bien en enfocarse en los momentos dulces y en esas características unicas de "Batman" y no en el evento trágico con terminó su historia. No se si esto es de manera conciente o ha sido una manera de evitar revivir un recuerdo tan doloroso.

¿Qué puedo yo decir más? Los eventos así de tristes son los que nos marcan invariablemente, que lo sé yo. Pero caray, que no hay mas que hacerle más que recordar la sonrisa del ser amado y sus travesuras. El único antídoto ante dicha tristeza es ese.

Y curiosidad de la vida, yo un geek de batman, no sabía que andaba tan cerca de mí, jajajajaja, carajo, ¿por qué no me habías dicho Julio?