Asombroso es como en ciertas ocasiones (por no decir que toda nuestra vida, por aquellos tíos enfadados ante la simple mención de la existencia de un destino), las circunstancias aparentemente azarosas se conjugan y dan ocasión para importantes eventos que forman cicatriz en nuestra ánima. Este es uno de esos extraordinarios y a la vez cotidianos casos. Resulta que, el autor de este blog me ha invitado a participar como escriba, pero no en el sentido de doctor conocedor de las extensas leyes bíblicas, que en este caso se podría referir como conocedor de leyes lingüísticas, sino en el sentido de un amanuense o copista antiguo, por cierto, ahora que menciono amanuense, he recordado que tiempo atrás me surgió una singular duda de actualización etimológica, si amanuense viene del latín amanuensis, cuyo significado es escritor a mano y era la nominación de los oficiales que tomaban dictado en los eventos y funcionaban como secretarios, actualmente como diríamos ¿acomputensis o amaquinensis?, pero regresando con mi introducción, les decía que he sido invitado a participar aquí, a pesar de mis advertencias porque como podéis observar, tiendo a divagar y circundar el tema central antes de aterrizar una idea, pero parece ser que esto es lo que ha sido del gusto de mi amigo querido que me ha invitado al blog, cosa que no es sorprendente, porque quienes conocen a Julio, sabrán que a veces parece un crío que se puede asombrar con los poderes magnéticos de una brújula y como no se habría de asombrar de mí, si era un mozuelo cuando conoció a este parlanchín extranjero, digo esto en el mejor de los sentidos y desde la perspectiva de alguien que ya ha perdido la capacidad de asombro. Pues bien, resulta que a este discípulo de Asclepios en formación, lo conozco desde que era un chaval (él era el chaval, pues yo le llevo una buena cantidad de años de ventaja por estas tierras perecederas) y lo he dejado de ver muchos años hasta que, como vos podéis leer al principio, el misterioso destino nos ha unido nuevamente en esta enorme ciudad y ¡vaya sorpresa! pues el chiquillo que conocí no solo se ha vuelto matasanos, ¡también escribe el cojonudo!, junto con sus amigos médicos que también escriben, ¡vale! ¿Que también les piden a los médicos ser escritores para salir del colegio? No me sorprende, pero ¿habéis notado que si buscamos una profesión predominante entre los grandes escritores, que no sea Filosofía y Letras, encontramos que medicina tiene mucha penetración?: Sir Arthur Conan Doyle, Anton Chejovn (de quien ya vi una cápsula literaria en este blog), Ferdinand Celine y muchos otros más, que si bien no fueron médicos, han tenido contacto cercano con la respetable carrera. Por cierto, bueno, yo no soy médico pero la mayoría de los médicos escritores que conozco son de mi tierra, España, si gustad luego les hablaré de ellos. Continuando con mi presentación y la presentación de la que será mi sección, les diré que no me queda muy claro el tema de lo que escribiré, pero parece ser que tendré que escribir sobre cualquier barrabasada que se me ocurra “interesante” relacionada con la literatura, bueno, es lo que le entendí a Julio. Según él, tengo una conversación muy interesante, yo le he insistido que no es así pero es muy necio este tío. Verán, mi profesión como editor de revista me ha permitido acercarme de sobremanera a la letras y no sólo eso, en mi familia los antecedentes literarios se remontan siglos atrás, entre ellos está el motivo del sobrenombre que utilizo en este blog, que por cierto vale aclarar me fue otorgado por un tío vecino de Julio, en el verano cuando nos conocimos, por cierto, un verano muy bonito, de esos que uno difícilmente olvida, todo el día era jugar fútbol, y como dicen aquí: “chupar” cerveza., contar chistes, ir a la playa y cosas así. Pues bien, resulta que una noche, a este grupo de chavales futboleros y borrachos, les comenté sobre una historia que jura y perjura una tía mía llamada Juana, que por cierto está bien loca como una cabra, sobre un ancestro nuestro directo que en cierta ocasión tuvo un estrecho contacto con Miguel de Cervantes (otra curiosidad insólita, mística y hasta inverosímil: este blog se llama desfacer entuertos y parece que Julio ha querido darle un aire Cervantino con la frase, la imagen y todas esas cosas, luego haré un comentario respecto a la frase). Después de haber comentado la historia, me apodaron así, tanto por mi nombre (Francisco, aunque en España me llamaban Tico) como por la historia., la cual si algún día tengo oportunidad se la relataré. Esa noche fue como me acuñaron Pancho Sancha (bueno, había otro asunto en cuestión, por aquellos años, una vecinita de por esos rumbos que tenía un novio, no diré nombres por que no quiero causar problemas a nadie, ¡Válame Dios, imaginad si leen esto los involucrados!; tenía a su vez, digamos “intereses” en vuestro humilde servidor, ¡Menudo apodo, no me pudo quedar mejor!). Así fue el bautizo de Pancho Sancha, esa noche me enteré lo que es el “Sancho” en México Por otro lado, este asunto del seudónimo me gusta porque además me evito problemas pues si alguien llegase a leer esto en la oficina, vaya burlas, imaginad. Pues Julio me ha pedido que conserve el apodo y ahora todo parece que viene como anillo al dedillo a este blog. También vale aclarar, que Julio me ha pedido algo me mola muy bien y es que utilice mis muletillas y regionalismos con los cuales me conoció. Le he dicho que ya han pasado años y que me costó mucho trabajo deshacerme de muchos de ellos, pero la verdad estoy feliz de poder escribir aquí manteniendo la identidad de mi Patria Madre y la de ustedes, sin ánimos de ofender, pero he escuchado de vosotros mismos que así llaman a España. Bueno, creo que ya me he extendido mucho y no he dicho nada, ¿habéis visto?, se los he dicho al principio pero vos decidís seguir leyendo, yo divago mucho y me explayo demasiado, así que tomaremos esto como una introducción y una ¡Bienvenida! a esta nueva sección que espero sea de su agrado.
Vale.
Autor: Pancho Sancha
Vale.
Autor: Pancho Sancha
1 comentario:
hola!
Creo que es la primera vez que escribo en este blog, pero la verdad lo vengo siguiendo desde hace un tiempo.
La verdad me ha gustado mucho leerte (no importa cuanto te quejes de tus divagaciones, jeje), y la verdad, cuando uno divaga, no es que esté perdiendo el hilo, sino que son muchas cosas las que piensa que hace pequeñas paradas en el camino. O por lo menos así lo veo, ya que yo tambien divago un poco (más que nada cuando hablo, o cuando me dan la oportunidad de ser yo, como a ti)
Espero poder leer más de tí.
Que tengas un muy buen dia.
Gata Negra
De genio, poeta y loco,
todos tenemos un poco
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